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miércoles, 13 de octubre de 2010

Capitulo 6, están locos.


Después de lo que me sucedió con aquel parque,  después que me golpeará aquel bicho, empecé a creer que estaba loca. Pero ahora… ahora me doy cuanta de que no soy la única. ¡Mi padre está todavía más loco que yo!
-Papá, ¿Has perdido la cabeza? Me estas diciendo, que mamá es un hada, un hada guardiana, con poderes mágicos, que me abandonó para que aquel tal William como se llame no escapara de su “prisión”, pero que no lo consiguió y que ahora yo soy la nueva hada guardiana, la única que lo puede mandar de vuelta a no sé que sito, para que pueda reinar la paz en el mundo. ¿Eso es lo que me estas intentando decir?
-Si, exactamente eso. Lo has entendido – dijo mi padre entusiasmado.
-Papá, ¿quieres saber lo que de verdad he entendido? ¡QUE ESTAS COMPLETAMENTE LOCO! Enserio, plantéate lo que te he dicho antes sobre hacerle una visita al psicólogo. Creo que tenemos uno al lado de casa, no te vendría nada mal.
-Cariño, esto no es una broma…
-Fran, déjame a mí. – dijo mi abuela. -Annie, entonces, ¿no le crees a tu padre?
-Abuela, ¿tu también? ¿¡Os habéis vuelto todos majaretas!?
-Annie, si lo decimos los dos, es por algo. Si no, ¿como explicas aquel parque que viste? ¿La sensación que sentiste al entrar, y como la gente desapareció? ¿Cómo explicas aquel Levinn que te atacó?
-Pe… pe… pero… ¿Cómo sabes tu todo eso?- Ahora si que me estaba dejando alucinada. Es como si me hubiera seguido por detrás cada vez que salía. – Abuela, no me abras estado espiando, ¿no?
-Annie por dios. Como te voy a espiar yo a ti. Lo sé porque lo que tu padre te ha contado, es verdad. Veras, aquel parque, aquel parque con flores rosas y negras es un portal, un portal que lleva a Mandilia, por eso, cuando entraste tú, seguías viendo las calles de Nueva York, pero sin gente ya que era una ilusión. Estabas en Mandilia.
Después de que salieras de él, lo cerraron. Por eso hoy ya no estaba.
-Bueno… eso tiene algo de lógica. Pero… ¿que es Mandilia?- dije. Tal vez si que decían la verdad. De ahí el mensaje de la fuente del parque...
Espera… ¿que estoy diciendo? ¿Como va a ser verdad eso que dicen? Es imposible, imposible.
- Mandilia es un país donde viven todo tipo de seres fantásticos, sirenas, vampiros, magos, elfos etc. Solo las personas con poderes pueden viajar allí, a través del portal, claro. Por eso, a ti te apareció. Tu lugar esta allí.
Tú madre vive en un pequeño pueblo, llamado Kingdalia. Y ahora lord William está gobernando Lorhmania Quiere obtener el poder máximo, el poder que te pertenece, para así poder crear un ejército de monstruos, y destruir nuestro mundo. ¡Annie, no podemos dejar que eso ocurra! Tú debes salvarnos.
-Pero… yo no sé lo que tengo que hacer…- ¿De verdad he dicho yo eso? ¿Me estoy volviendo loca?
-Debes ir a Kingdalia y visitar a tu madre, ella te lo explicará todo mucho mejor que nosotros. Te necesitamos Annie, eres nuestra única salvación.
-Bueno… no sé…
-Annie, hoy a la mañana, tuviste una pesadilla, ¿no es cierto?- dijo mi padre.
-Si… - En aquel momento, recordé mi pesadilla, y caí en la cuenta de que las descripciones hechas por mi padre y la abuela, apuntaban a que tal vez aquel señor que vi en el sueño, fuera ese tal Lord William.- Papa, tú sabes como es eh… ¿lord William?
-Si. Es alto, de mediana edad, y con una barba larga y blanca.
Abrí los ojos como platos. Perfecto, mi padre acababa de describir a ciencia cierta a aquel hombre. Ahora si que todo me estaba resultando realmente extraño…
-Yo lo vi… ¡en mi sueño! Me llamaba, me buscaba. Y no estaba solo… aquel chico del parque, se encontraba con él. Papa… ¿que significa?
-Significa que debes ir a hablar con tu madre cuanto antes, ella te lo explicará todo con más detalles. - Respondió mi abuela.
-Menos mal que tu madre nos avisó con tiempo y pudimos mudarnos aquí.- susurró mi padre.
-¡¿Qué?!- le grité. Pude ver como mi abuela le pegaba un codazo. –papá, ¿Qué es lo que acabas de decir?
-Eh… Nada hija, nada.
-Papá, te he escuchado. Has dicho que mamá te avisó, y que por eso nos mudamos aquí. Y… ¿sabes lo que pienso? ¡Que estas loco! ¡Los dos lo estáis! tuve que abandonar a mis amigas, las únicas amigas que tendré en toda mi vida, ¿por esto? ¿Por esta mierda? ¿Porque se supone que tengo que salvar el mundo?
Y a John, tuve que decirle que me olvidaría de el, perdí la oportunidad de estar con el… ¿Solo por esto? – les grité.
-Annie…
-¡Annie no, papá! me mentiste. Dijiste que tu trabajo era malo, y que por eso nos mudábamos. Yo te creí, y puse de mi parte para que todo saliera bien. Y ahora me entero que nos mudamos porque soy una especie de ¿hada? ¿La única capaz de vencer a ese tal William?  Has perdido el juicio.
-Lo que te decimos es verdad. Es muy importante, además, tu a John no le quieres, para ti el no significaba nada. Tú te creías enamorada de el, pero no era así. Lo único bueno que tiene ese chico es su físico, nada más. Además, perfectamente sabes que estas empezando a sentir algo por aquel chico del parque.
Palidecí al instante.
-¿Qué? ¿Co-como sabes tu eso? Además, ¡no importa! y mis amigas ¿que? ¡Las he abandonado por nada! ¿No entiendes que yo no soy nada de lo que tú dices? Es imposible. ¡No soy más que una chica normal, a la que le han arruinado la vida! –Exclamé llorando. Estaba muy furiosa.
-Por favor Annie, piénsalo, te decimos la verdad. ¡Es importante! Eres la única que puede salvarnos…- dijo mi abuela.
-Si no vences a lord William, ¡nos matará a todos!- le cortó mi padre.
-Perfecto, que lo haga. Yo no pienso hacer nada para impedirlo.- susurré, pero no me escucharon ya que me encontraba apenas a dos pasos de la puerta.
La abrí y me marché dando un portazo a mis espaldas.

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